miércoles, 26 de octubre de 2011

¡Tradición cien porciento mexicana!

El 1 y 2 de noviembre los mexicanos celebramos el Día de Muertos o de los Santos Difuntos, en esta tradición recordamos a nuestros antepasados, amigos y seres queridos que ya no se encuentran entre nosotros. El Día de Muertos es una tradición en la que se mezcla lo prehispánico con lo católico, la muerte y la vida. El signififado del Día de Muertos es la renovación de la fertilidad. En esta celebración las almas vuelven del más allá para compartir con nosotros estos días, por lo tanto en las casas se montan ofrendas con los platillos favoritos del difunto, objetos personales y fotografías.

El 1 de noviembre está dedicado para recordar a los niños, personas que no fueron bautizadas y a los hombres ilustres, este día se conoce también como Día de Todos los Santos; y el 2 de noviembre es cuando llegan todos los adultos.
También se acostumbra en estas fechas visitar los cementerios, montar ofrendas y velar toda la noche hasta la madrugada del día siguiente.
El Día de Muertos es una celebración cien porciento mexicana, en la que se mezclan las tradiciones prehispánicas con el catolicismo español, para formar una tradición que ha perdurado en el tiempo; es ahora, el momento que nos corresponde a nosotros como mexicanos, que esta tradición no se pierda, debemos reconocer lo que es nuestro y nos corresponde, debemos agarrar a nuestras tradiciones con todas nuestras fuerzas y no dejar que se pierdan en el más allá.




Los preparativos para la fiesta.

Las ofrendas se montan en los interiores de las casas para que cuando el difunto llegue, muy cansado del más allá, tenga de que comer; además de formar parte de la tradición del Día de Muertos.
Los elementos de las ofrendas son:
Papel Picado de colores para celebrar la alegría de vivir.
Flores blancas para representar el cielo.
Flores de zempaxóchitl para representar la tierra y el camino hacia el más allá.
Flores moradas para representar el luto.
Cirio, que representa el alma.
Incienso de copal, que simboliza el paso de la vida hacia la muerte.
Maíz, que representa la cosecha y la fertilidad.
Fruta, que es la ofrenda de la naturaleza.
Calaveritas de chocolate y de azúcar, simbolizan nuestro pasado indígena.
Agua, como símbolo de la vida y como fuente de energía para el camino.
Platillos favoritos del difunto, para celebrarle.
Objetos personales y fotografía del difunto, para recordarlo.
Sal, para mantener en buen estado el cuerpo.
Un Cristo, para las buenas bendiciones.
Una vara de árbol, para ahuyentar a los malos espíritus.
Pan de muerto, recién salido del horno.


martes, 25 de octubre de 2011

Zempaxóchitl, la flor de los muertos.

Xóchitl y Huitzilin se amaban desde que eran niños, juntos crecieron y con su amor, todas las tardes subían a lo alto de la montaña a llevarle flores a Tonatiuh, el padre sol, él parecía sonreír ante la ofrenda de los enamorados, y ellos juraron amarse más allá del tiempo, más allá de la distancia, mas allá de la muerte.

Pero un día llego la guerra y los amantes se separaron, pronto llegaron las noticias de que Huitzilin había muerto en la guerra, Xóchitl sintió que su corazón se desgarraba de dolor, subió a la montaña y le pidió a Tonatiuh, el padre sol, que la uniera por siempre con su amor, el sol conmovido extendió uno de sus rayos y al tocar a la joven la convirtió en una flor, de colores tan intensos como los mismos rayos del sol.

Luego llegó Huitzilin, en forma de un colibrí, y amoroso se posó en el centro de la flor, y al instante la flor se abrió en 20 pétalos, de aroma intenso y misterioso…

Dicen que así nació la flor de Zempaxóchitl, la flor de muertos.


sábado, 22 de octubre de 2011

"Como sacados de un sueño, los Alebrijes"


Sueños y alucinaciones son el origen de estas criaturas fantásticas, demonios y animales inimaginables. Carlos Linares, vivía en la ciudad de México, momentáneamente comenzó a sufrir de sueños y alucinaciones repentinas, en las cuales veía a criaturas extrañas que lo perseguían y le gritaban: ¡Alebrije! ¡Ven!, ¡Alebrije! ¡Ven! ...
Carlos Linares tenía esquizofrenia y en sus momentos de delirio creía ver a estos seres extraños, después de que fue tratado, decidió darle vida a esas criaturas que vivían en sus alucinaciones, así que agarro papel mache y comenzó a hacer figurillas con formas extrañas, combinaciones de diversos animales que formaban uno sólo y a veces algunos demonios. Todas estas figurillas tenían mucho colorido y eran muy llamativos a la vista. Al cabo de un tiempo fue a visitar a unos familiares que tenía, residentes del estado de Oaxaca. Al contarles sus sueños y mostrarles algunas de las figuras que él había hecho, los familiares quedaron muy impresionados, en especial uno de nombre Manuel Jiménez, de oficio artesano. A éste se le ocurrió reproducir las figuras en madera de copal, que es de abundancia en la región, y les llamo alebrijes en recuerdo de los horribles sueños de Carlos
 Linares.










Poco a poco los alebrijes fueron tomando fama y el día de hoy muchos artesanos se dedican a su elaboración , además de ya ser toda una tradición en el estado de Oaxaca.
Hoy se inició una exposición de alebrijes en el Paseo de la Reforma que estará hasta el 6 de noviembre, entre las glorietas de La Diana y El Ángel de la Independencia, en esta colorida y abstracta exposición podemos ver como el arte y la técnica del artesano se mezclan para darle vida a los alebrijes.



martes, 11 de octubre de 2011

El callejón del beso

Doña Carmen vivía en Guanajuato y era hija única de un viejo violento, ambicioso e intransigente.
Doña Carmen era cortejada por un joven galán, llamado Luis. Al ser descubierta por su padre, Doña Carmen fue encerrada por su padre, ya que no aceptaba su relación y era tal su enojo que la amenazó con llevarla a un convento si volvía a ver a Luis.  Su padre lo que quería, era casarla en España con un viejo y rico noble, para que su fortuna aumentara.
La bella y sumisa criatura y su dama de compañía, doña Brígida, le lloraron y suplicaron al viejo, para que éste dejara en paz a Doña Carmen y le permitiera casarse con Luis, pero de nada sirvió.
Mientras transcurría el encierro, Brígida le entregaba a escondidas cartas de doña Carmen a Luis y viceversa.
Mil conjeturas se hizo el joven enamorado, pero de ella, hubo una que le pareció la más acertada. Una ventana de la casa de doña Carmen daba hacia un angosto callejón, tan estrecho que era posible, asomándose por  la ventana, tocar con la mano la pared de enfrente. Si lograban comprar la casa de enfrente, podría hablar con su amada y, entre los dos, encontrar una solución a su problema. Así que compró aquella casa a precio de oro.
Cual fue la sorpresa de doña Carmen cuando, asomada a su balcón, se encontró a tan corta distancia con su joven enamorado. Unos cuantos momentos habían transcurrido de aquel coloquio amoroso, pues, cuando más abstraídos se hallaban los dos amantes, del fondo de la pieza se escucharon frases violentas. Era el padre de doña Carmen increpando a Brígida, quien se jugaba la misma vida por impedir que su amo entrara a la alcoba de su señora.
El padre arrojó a la protectora de doña Carmen, como era natural, y con una daga en la mano, de un solo golpe la clavó en el pecho de su hija.
Don Luis enmudeció de espanto, la mano de doña Carmen seguía entre las suyas, pero cada vez más fría. Ante lo inevitable, don Luis dejó un tierno beso sobre aquella mano tersa y pálida, ya sin vida.

domingo, 9 de octubre de 2011

"Cihuacóatl la llorona".

La leyenda de la llorona es una de las más famosas y narradas en todo México. La primera mención de esta mujer, que llora desconsoladamente por sus hijos, se da en la obra la Visión de los vencidos en la cual se narra todos los acontecimientos que sucedieron antes y durante la conquista del antiguo México-Tenochtitlán.
En los presagios de la venida de los españoles, que datan de 1517, el sexto presagio funesto es el de Cihuacóatl, que gritaba y lloraba por las noches.
“Sexto presagio funesto: muchas veces por las noches se oía que una mujer lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:
-¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!
Y a veces decía:
-¡Hijitos míos! ¿A dónde los llevaré?”1
1Visión de los vencidos, INAM, México, 1981. p.4




Cihuacóatl es una diosa azteca, madre de Mixcóatl, al que abandonó en una encrucijada de caminos. La tradición cuenta que regresa frecuentemente para llorar por su hijo perdido. Cihuacóatl  gobernaba sobre el Cihuateteo, lugar donde perecían las mujeres nobles que habían muerto durante el parto.
En el Códice Aubin se menciona a la diosa Cihuacóatl desde el principio de la peregrinación azteca. Cihuacóatl, también conocida como Coatlicue o Cihuacoatlicue, era la madre de todos los dioses. Coatlicue, en náhuatl  significa “la de la falda de serpientes”; tuvo a su hijo más aguerrido (Huitzilopochtli) en lo que se representa como un amanecer. Cuenta la leyenda que era una viuda piadosa que un día, cuando estaba barriendo un templo, una bola de brillantes plumas que calló del cielo la fecundó. Sus hijos e hijas, decidieron matarla en atroz arrebato de ira, pero Huitzilopochtli, dios de la guerra,  nació en el momento preciso y completamente armado, y al ver que sus hermanos querían matar a su madre, él los mató; se dice que sus hermanos y hermanas sin vida subieron al cielo convirtiéndose en la luna y las estrellas.
Coatlicue.


Otra versión de la llorona surgió después de la conquista, cuando por las noches se aparecía una mujer vestida de blanco, la cual exhalaba gemidos de ultratumba y gritaba arrepentida por sus hijos que había matado.

A lo largo del tiempo y por toda la República Mexicana, han surgido diversas historias que tienen en común la aparición de una mujer, un alma en pena que no ha podido descansar en paz, porque no ha encontrado a sus hijos, o porque los ha matado, y como castigo divino pasará toda la eternidad buscándolos desconsoladamente.


sábado, 8 de octubre de 2011

Mitos y Leyendas

Los mitos y leyendas son relatos que surgen en un determinado lugar y en una determinada época, se transmiten de forma oral de generación en generación; en estos relatos participan héroes, dioses  o  seres imaginarios y sobrenaturales.
Los mitos y las leyendas es el medio por el  cual una comunidad expresa su fe y su necesidad de hacer una imagen del mundo, generando un vínculo de identidad entre los pobladores de dicha comunidad.
Los mitos y las leyendas son parte importante de la cultura y pasado de un pueblo.



Los mitos:
Los mitos son relatos en los cuales se explica el origen de todas las cosas, ya sea de la tierra, del cielo, de los océanos, de los dioses o de una ciudad. Se caracterizan por tratar normalmente de temas fabulosos o ficticios sobre dioses y héroes de un pasado remoto.



La leyenda:
Son relatos que se transmiten de generación en generación y que se conservan en la tradición oral de un pueblo. Indica lugares con precisión y en su origen tiene antecedentes históricos. La leyenda es una narración ficticia, que se basa en la realidad, ligada a temas de héroes, al surgimiento o historia del pueblo, a seres mitológicos, a almas endemoniadas, o a santos y apariciones divinas.
Expresa los deseos, los anhelos, los temores, los ideales y sueños que son parte de la visión global que tiene ese pueblo de su propia historia y de sus relaciones con la naturaleza.

jueves, 6 de octubre de 2011

El Mercado de Jamaica.

 
Tulipán. Foto de: Raúl Rico.


Pétalos multicolores, tallos alargados, hojas verdes, soles y pensamientos, figuras inusuales, aroma a jardín, tierra mojada, tradición mexicana.

  

Mercado de Jamaica.
Foto de: Raúl Rico.



El mercado de Jamaica del Distrito Federal, es la casa de las flores;  este tradicional mercado tiene una sección dedicada a la venta de flores y fruta, en la cual puedes encontrar rosas de todos los colores, enormes girasoles, elegantes tulipanes, estilizados alcatraces y flores inusuales, una dulce y fría carcajada rebanada de sandía, rojas y dulces manzanas, y unas peras recién cortadas.  
 
    
                                Rosas. Foto de: Raúl Rico.




Mercado de Jamaica. Foto de: Raúl Rico.
 
 




Mercado de Jamaica.
Foto de: Raúl Rico.


El trabajo del campo y del comercio se mezclan para ofrecerle al “marchante” los más frescos productos. Sus flores son el fruto del trabajo de los agricultores mexicanos que se esfuerzan día a día para salir a adelante.
  
Mercado de Jamaica.
Foto de: Raúl Rico.








Este mercado es el indicado para comprarle un ramo de flores a la novia, para hacer una refrescante agua de frutas en esos días tan calurosos, o tal vez, para adornar las mesas de una importante  ceremonia u ocasión.


miércoles, 5 de octubre de 2011

Coyoacán


Coyoacán.
Foto de: Raúl Rico.

Que agradable es caminar por las calles empedradas y pintorescas del Centro Histórico de Coyoacán, ir por un helado, comer un antojito mexicano o uno de los famosos “churros de Coyoacán” rellenos de cajeta o chocolate, después sentarse cerca de la fuente y ver como los niños juegan en ella, o simplemente admirar el paisaje.
Coyoacán fue fundada por Hernán Cortés, convirtiéndose en la segunda ciudad o ayuntamiento fundado en México, después de Villa Rica de la Vera Cruz. Sus viejas casonas, su quiosco,  y la Parroquia de San Juan el Bautista, nos remontan al pasado de un típico pueblo mexicano.



Artesanías mexicanas.
Foto de: Raúl Rico.


Coyoacán es un lugar lleno de historia y cultura, su mercado de artesanías es un recinto en donde el artesano mexicano demuestra sus habilidades manuales, y el amor al arte de nuestro país, técnicas que les fueron inculcadas por sus antepasados, muchos de ellos indígenas.







Parroquia de San Juan el Bautista.
Foto de: Raúl Rico.




Parroquia de San Juan
el Bautista.
Foto de: Raúl Rico.

 
 
La Parroquia de San Juan el Bautista, es una de las impresionantes joyas que tiene Coyoacán, construida alrededor de hace 500 años por los dominicos. En 1934 fue declarada como monumento nacional. Es impresionante ver el interior de esta parroquia; su altar principal, su arquitectura, las pinturas de su bóveda y ornamentación, hacen de ésta una obra única y valiosa.





Pero si quieres comprar plantas o hacer deporte, no muy lejos de ahí se encuentran los Viveros de Coyoacán, en donde encontrarás todo tipo de plantas y utensilios para jardinería. Una sección de los Viveros de Coyoacán está diseñada para los atletas que gozan de trotar o hacer largas caminatas. Otra forma entretenida de pasar el tiempo en ese lugar, es el de alimentar a las ardillas con cacahuates.
Coyoacán es el lugar perfecto para pasar un fin de semana en familia, para conocer más nuestras tradiciones y para despejar un poco la mente de lo abrumador que es vivir en una gran ciudad.

Viveros de Coyoacán.
Foto de: Raúl Rico.


sábado, 1 de octubre de 2011

Frida Kahlo, la mujer y la artista.

Frida Kahlo, 1907 - 1954.


Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón nació en Coyoacán el 7 de julio de 1907, desde niña sufrió mucho, pues a los seis años de edad se enfermó de poliomielitis, sin embargo fue su carácter y fortaleza lo que le ayudó a salir a adelante. Animada por su padre, Frida comienza a dibujar desde pequeña, sin saber que iba a llegar a ser una gran pintora y a los 15 años entra a la Escuela Nacional Preparatoria de la ciudad de México.




El 17 de septiembre de 1925, Frida sufrió un aparatoso accidente cuando el trolebús en el que viajaba chocó con un tranvía eléctrico, lamentablemente una varilla del trolebús le atravesó el vientre rompiéndole la columna y dislocándole un hombro. Frida es un ejemplo a seguir, porque a pesar de las graves heridas que había sufrido, se aferró a la vida y poco a poco su cuerpo se fue recuperando, aunque no del todo, y en el transcurso de su recuperación comenzó a pintar postrada en su cama.



Después de haber pintado algunos cuadros, Frida decide llevárselos a Diego Rivera para que diera su visto bueno, al final Frida y Diego se casarón el 21 de agosto de 1929. Con Diego, Frida vivió muchos momentos de alegría pero también de tristeza. Debido a los traumas que sufrió en su vientre, sus embarazos no llegaban a conclusión, así que  Frida jamás pudo darle un hijo a Diego. Por infidelidades de Diego, Frida y él tuvieron un divorcio, pero al final “El elefante y la paloma” regresaron a estar juntos.  
Frida y Diego Rivera, 1931. Frida Kahlo.

En los últimos años de su vida, Frida tuvo su primera exposición en solitario en 1953, en la Galería de Arte Contemporáneo, en donde a pesar de las prescripciones de los doctores, asistió postrada en una cama, lo cual fue de suma admiración, pues su salud no era estable. En ese mismo año  le amputaron la pierna derecha porque se le había infectado de gangrena.






Frida Kahlo murió el 13 de julio de 1954, el último cuadro que pintó fue un bodegón titulado “Viva la Vida”. Frida dejó un gran legado para México, fue una amante de su cultura y de sus tradiciones, siempre se le recordará con sus vestidos de tehuana con flores multicolores bordadas a mano, pero sobretodo como una gran mujer, como una gran pintora, alemana por parte de su padre y mexicana por convicción y por parte de su madre; ejemplo de la perseverancia y la fortaleza.
Viva la Vida, 1954. Frida Kahlo.



 
Museo de Frida Kahlo.


Museo de Frida Kahlo.
Fotos de : Raúl Rico





“La Casa azul” o El Museo de Frida Kahlo, se encuentra en Coyoacán, y nos permite conocer más acerca de la vida y obra de Frida; la casa en la que nació, creció y murió, fue adaptada para convertirla en un museo, en el cual se exponen algunas de sus obras, además de mostrar pintorescas habitaciones, jardines con ornamentaciones y esculturas prehispánicas  y estudios, en los cuales pasó gran parte de su vida. Que mejor museo que su casa, ya que nos permite conocer más a la pintora desde el ámbito personal y no sólo por el ámbito artístico.